Era la 6ª fecha del Nacional del ’67 y Central recibía a San Martín de Mendoza. El equipo canalla era dirigido por Miguel Ignomiriello y había salido a la cancha con un ridículo uniforme por encima de la casaca. El equipo cuyano había traído para obsequiar a sus rivales de turno varias botellas de vino, pero el DT canalla les dio la orden a los jugadores que no aceptaran. Este desaire sirvió para provocar a los mendocinos que se desquitaron en la cancha.

Pero no adelantemos los acontecimientos. Central perdía 2 a 1 y se jugaba el todo por el todo para buscar el empate quedando expuesto a los contragolpes. El arbitraje de Aurelio Bossolino exasperaba a más de un hincha canalla. Por detrás del arco que defendía el “Gato” Andrada se estaba gestando algo único, algo que solo a esta hinchada se le puede ocurrir. Allí, en el alambrado había una puerta cuyo candado fue forzado y varios integrantes de la barra estaban asomando. En un momento, cuando Valencia (jugador de San Martín) supera a Andrada y se venía lo inevitable, el “Turco” Espip se mete al campo de juego y ante la atónita mirada de todos y los gritos del “Gato” y el “Coco” Pascuttini para que la dejara pasar, frenó la pelota y le dio un pase a Fanesi. De allí se fue a increpar al referí diciéndole que el arbitraje era pésimo y nos estaba perjudicando. Por último se escurrió entre la hinchada por el mismo lugar por donde había penetrado cubriéndose con un buzo negro que el “Cabezón” Fanta le dio.

Finalmente el Aldo se perdió el empate y la victoria final fue para el desairado equipo “chacarero” que se tomó venganza por la provocación canalla. Este es un humilde homenaje de Canalla.com en recuerdo a aquel episodio del cual se cumplen 41 años y que sigue recorriendo el mundo, con esa sensación de que seguimos siendo únicos y distintos al resto.